El ensueño de Claudia Pérez-Pavón

En la primera semana de enero me encontré con Claudia en la entrada del Museo de la Ciudad, en Querétaro, donde se encuentra exhibida a los largo y ancho de seis salas su ultima exposición: El ensueño. Coincidíamos de visita en la Ciudad y acordamos hacer un recorrido juntos por el El ensueño, una profunda reflexión que es y a la que nos lleva derivada de diálogos internos-externos entre la artista, su entorno (cósmico, geográfico y corpóreo) y la materia de la que se vale para concretar su creación artística.

En El ensueño percibimos un giro en la materialización del arte de Claudia, tanto en contenidos, técnicas y conceptos. Se nota una evolución de la artista, solo al entrar a la sala. 

En la exposición la artista establece diálogos con la materia. Permite que los materiales hablen, que nos cuenten sus propias historias, como las que puede contar una piedra venida del espacio exterior, o como lo pueden hacer las vetas de la madera que denotan la naturaleza de los años lluviosos o secos. La misma combinación entre la clara de huevo y los pigmentos (técnica …..) favorecen una abosorción orgánica de las capas pictóricas que la artista va superponiendo. En la obra pictórica, Claudia crea formas que son visiones o ensoñaciones y que van hilando un discurso que nos ubica en el sentir de lo femenino en el mundo.

En la exposición también encontraremos elementos de la naturaleza, sobretodo rocas que ha ido recolectando del entorno en el cual habita: una península en la rivera de La Presa de San Miguel Allende. En cajas de distintos materiales, como …. De tortuga…, o en antiguos “cuartillos” de madera, contenedores con huellas del paso del tiempo que están rellenos de variadas almohadillas sobre las que reposan una gran variedad de rocas y piedras, que nos permiten percibir su peso según se hunden porco o mucho en ellas. Todas protejidas con capellos de cristal. Con este gesto, la artista recontextualiza esos elementos llenos de microhistorias bioquímicas como lo son las piedras y así las dota de marcos significantes que se articulan con el discurso completo de la exposición.

En El ensueño de Claudia Pérez Pavón veremos de manera preponderante la presencia de el fuego: como magma, como roca volcánica, como volcán, como cometa, como el rojo. Un fuego que quema la tierra y el aire. También quema el interior de nuestros cuerpos. Un fuego que se funde en el encuentro. Así, un cometa fecunda y la tierra expulsa el magma.

Luego de recorrer completa la exposición doy cuenta de que expresa carácter que me remite a la cultura Zen y al minimalismo. Un trabajo artístico que se diluye y se aparenta mínimo por la intención de permitir a la materia que hable por si misma y dialogue con la artista. En El ensueño, Claudia Pérez Pavón no se impone a la materia, es la materia la que habla y se entrelaza con la voz de la artista, generando un discurso polifónico.