Estos talleres son parte del proyecto, los habitantes de Don Juan Xido, igual que los habitantes de Comala, que fue uno de mis referentes, en el proyecto, vivimos en una especie de ensoñación. He procurado conceder el espacio de la “educación” “taller” a un espacio de intercambio de saberes, sin necesariamente intervenir, solo observábamos, jugamos, y el material, es quien nos da guía. Este año tuvimos la oportunidad de tener grandes bastidores, telas, gesso para prepararlas, resinas transparente, los niños aprendieron a montar las telas, al imprimarlas y luego, acá no conciben tener cada uno su propio bastidor, increíble, hubo en uno de los intercambios que jugamos con papel imprimado, del tamaño que cada uno quisiera, no pudieron concebir que fuera para sí mismos, trabajaron en grupo, están habituados a compartir, es raro quizá para como estamos enseñados en senti-dos individuales. Fue exquisito, es un gozo trabajar con estos chamacos. Los talleres desde agosto (inicio de ciclo escolar, salieron los grandes y entraron los chiquitos